99,8% WFA F100 para muela abrasiva vitrificada

99,8% WFA F100 para muela abrasiva vitrificada

99,8% WFA F100 para muela abrasiva vitrificada

El grano de alúmina fundida blanca WFA F100 al 99,8 % es el material más utilizado en herramientas de rectificado con aglomerante vitrificado. El grano WFA F100 de alta pureza ofrece excelentes propiedades de autoafilado y fuerza de rectificado, lo que mejora significativamente la eficiencia, la durabilidad y la precisión del mecanizado. El grano de corindón blanco al 99,8 % con bajo contenido de sodio ofrece un rendimiento superior al de los abrasivos de corindón blanco convencionales. Esto se refleja en los siguientes aspectos:

1. Propiedades físicas y químicas

Las principales características de la granalla WFA baja en sodio son su bajo contenido de Na₂O₃ (normalmente ≤0,1 %) y su alta pureza de Al₂O₃ (≥99,8 %). Esto la hace especialmente adecuada para aplicaciones como el rectificado de engranajes y de caras frontales.  

a. Mayor dureza y resistencia al desgaste.

El corindón blanco bajo en sodio y de alta pureza presenta una dureza de Mohs cercana a su valor teórico de 9,0. Tras la fundición, la tasa de conversión de α-Al₂O₃ del corindón blanco bajo en sodio aumenta del 90 % habitual a más del 95 %, y el contenido de óxido de aluminio en fase β es menor, una sustancia que puede reducir la resistencia cristalina, la dureza y la resistencia a altas temperaturas del abrasivo. Como resultado, la arena de corindón blanco bajo en sodio presenta una mayor resistencia a la compresión de grano individual y mejores propiedades de autoafilado, lo que evita el astillado durante el rectificado. Mantiene el filo de corte siempre afilado y prolonga significativamente la vida útil de la herramienta abrasiva.

b. Excelente resistencia a altas temperaturas.

Las herramientas abrasivas con aglomerante vitrificado se someten a temperaturas de 800-1200 °C durante la sinterización, y el proceso de rectificado es típicamente en caliente, lo que genera altas temperaturas. El corindón blanco bajo en sodio tiene un punto de fusión más alto que el corindón blanco sódico estándar y es menos susceptible a la cristalización o al ablandamiento a altas temperaturas. Esto evita que el abrasivo se vuelva pasivo a altas temperaturas o que reaccione químicamente con la pieza de trabajo (como el acero inoxidable o el carburo), lo que garantiza una eficiencia de rectificado constante y estable.

c. Alta densidad aparente.

La arena de corindón blanco baja en sodio tiene una alta gravedad específica. Los procesos especializados de trituración y cribado aumentan su densidad aparente, lo que permite moler más abrasivo por unidad de área, prolongando la vida útil de la muela y mejorando la eficiencia del rectificado.

2. Alta compatibilidad con aglutinantes vitrificados: mejora de la estabilidad estructural de las herramientas abrasivas

El requisito principal de los aglutinantes vitrificados (compuestos principalmente por materiales de silicato como feldespato, arcilla y cuarzo) es formar una unión fuerte con el abrasivo y una estructura de baja expansión diferencial. El corindón blanco bajo en sodio ofrece ventajas significativas en este sentido:

a. Reduce los defectos de sinterización y mejora la resistencia de la unión.

Las impurezas del corindón blanco común reaccionan con el SiO₂ y el Al₂O₃ del aglomerante vitrificado para formar una fase vítrea de bajo punto de fusión (como la albita). Esto provoca un ablandamiento excesivo y una contracción desigual del aglomerante durante la sinterización a alta temperatura. Esto provocará problemas como el agrietamiento y el desprendimiento de arena en la herramienta abrasiva.

El corindón blanco bajo en sodio, con su contenido extremadamente bajo de impurezas como potasio, sodio, silicio y hierro, inhibe eficazmente esta reacción perjudicial, permitiendo que el enlace forme una interfaz firme y uniforme con las partículas abrasivas, mejorando significativamente la resistencia al impacto y a la flexión de la herramienta abrasiva.

b. Bajo coeficiente de expansión térmica, lo que reduce el riesgo de deformación.

El corindón blanco bajo en sodio tiene un contenido muy bajo de silicio, lo que previene la expansión térmica y la variación de volumen con el calor. Durante el proceso de enfriamiento posterior a la sinterización, previene la concentración de tensiones internas causada por la gran diferencia de expansión térmica entre el abrasivo y el aglutinante, reduce la deformación (como la deformación y la contracción) en el molde y garantiza la precisión dimensional.

3. Optimización de la calidad del procesamiento: reducción de daños en las piezas y mejora de la precisión de la superficie

Para aplicaciones de rectificado de alta precisión (como el acabado de acero para cojinetes, vidrio óptico y cerámica de semiconductores), el corindón blanco con bajo contenido de sodio puede mejorar la calidad de la pieza de trabajo al reducir la contaminación y controlar las fuerzas de rectificado:

1. Bajas impurezas, sin contaminación, lo que garantiza la limpieza de la pieza de trabajo.

El contenido total de impurezas (Fe₂O₃, SiO₂, Na₂O) del corindón blanco bajo en sodio es ≤0,2 %, significativamente inferior al del corindón blanco ordinario. Durante el proceso de rectificado, las impurezas abrasivas que se desprenden evitan la contaminación de la superficie de la pieza (como manchas de óxido en piezas de acero inoxidable o arañazos en vidrio óptico). Esto lo hace especialmente adecuado para el mecanizado de piezas en los sectores de la electrónica y la medicina, donde la limpieza de la superficie es fundamental.

2. Una fuerza de pulido más estable reduce las quemaduras y la deformación de la pieza de trabajo.

La arena de corindón blanco baja en sodio presenta una resistencia uniforme de las partículas, lo que resulta en una carga más estable por partícula durante el rectificado. Esto evita fuerzas de rectificado excesivas y localizadas que pueden causar quemaduras en la pieza, como la decoloración oxidativa en superficies de acero endurecido. También evita deformaciones microscópicas, como la deformación, en piezas cerámicas de paredes delgadas. Además, su filo afilado reduce la generación de calor durante el rectificado y, combinado con la excelente disipación térmica del aglomerante vitrificado (que tiene mayor conductividad térmica que los aglomerantes de resina), mejora la precisión del mecanizado.

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